Lo que nos reserva el futuro es algo que no podemos resolver y que sólo el Tiempo nos desvelara con el paso del mismo; pese a que dicen que está escrito no es una de las facultades del ser humano acceder a él salvo para aquellos que han sido elegidos para ello.
Hay diferentes formas adivinatorias que nos permiten poder conocerlo una de ellas es el tarot bueno y fiable, allá donde sólo con experiencia y años de práctica se pueden precisar eventos que indiscutiblemente sucederán más allá de cualquier otra posibilidad de error.
La fiabilidad está basada en el nivel de acierto que se tiene, son buenos expertos aquellos que tienen un índice más alto en sus predicciones y son, precisamente, estos los que hemos reunido para ponerlos a su servicio.
Pero previamente deberíamos explicar en qué consiste todo lo que son las suertes de la cartomancia. Se trata de un conocimiento que tiene milenios de tradición y que debe hacernos retroceder, como mínimo, al Antiguo Egipto.
Cuentan que por aquellos tiempos se poseía el libro de Conocimiento, el Libro de Thot, donde se recogían las claves para saber el destino de las personas y de la Humanidad. Fue este el que sirvió para inspirar lo que sería todo un compendio de futurología.
Las cartas iban a esconder todo ese saber y de forma aleatoria poder mostrar al consultante lo que le depara el mañana siempre y cuando hubiera alguien que supiera interpretar su significado.
No se sabe bien la forma por la que pasó a Europa, se cree que pudieron ser los caballeros de la Orden del Temple quienes la trajeron en forma de baraja con 78 naipes divididos en los mazos.
El primer mazo es aquel que lo forma el grueso de estas y que son 56 cartas, son las normales, la española o la francesa y con la que se suele jugar pero también con la que podemos leer el porvenir a alguien, es igualmente válido.
El segundo está formado por 22 ilustraciones que son, a todas luces, las más impactantes pues nos muestran a El Loco, El Emperador, La Muerte, La Papisa, La Luna, entre otras y que en función de lo que se vaya sacando, en su orden y posición, así será el devenir de la persona.
Indiscutiblemente hay muchos que dicen tener la facultad de leerlas pero pocas en realidad lo hacen, se puede saber el significado de las mismas pero no lo que, en su conjunto, quieren indicarnos en relación a un consultante con inquietudes.
Igualmente se pueden especializar en un terreno concreto pero no por ello hará que sea mejor. Buenos son aquellos que aciertan, todo lo que se salga de ahí son simple charlatanes adornados por la publicidad.
Tarotistas fiables y Concretos
Cuando alguien se pone a echar las cartas, como se dice popularmente, lo hace con la convicción y seguridad de lo que está haciendo, no finge, ejerce algo que puede ser muy bonito si es verdadero y se ayuda a los semejantes.
Por esto mismo se considera que los tarotistas fiables y concretos son los que nos dan datos precisos sobre lo que pasará o no en nuestras vidas, hasta poniéndole fecha a esos sucesos siendo posible hasta evitar los mismos.
El futuro tiene dos vías: el que es inalterable y el que no. El primero de ellos, pase lo que pase y se haga lo que se haga es inamovible, sucederá. Imaginemos, por ejemplo, que alguien vaticina que habrá un tsunami en Indonesia (como realmente sucedió), pues este ocurrirá inexorablemente. El segundo es aquel que nos afecta directamente y que con nuestras acciones y dediciones diarias podemos modificarlo o no, depende de la intensidad y predestinación del mismo.
Aquel profesional que sea capaz de decirnos el mismo, sea de la clase que sea, y que este se cumpla será en el que depositemos nuestra confianza por su fiabilidad y exactitud.
Consulta con un Vidente Bueno
Para evitar caer en manos de desaprensivos que dicen poder predecir nuestro destino con mucha antelación debemos tener seguridad en quién llamamos o acudimos, por regla general lo ideal es que sepamos un poco de él, o de ella, a través de las recomendaciones directas que nos pueden hacer amigos o familiares, en algunos casos por lo que dicen otros que han consultado y que dejan sus comentarios en internet sin fiarnos demasiado pues puede ser una estrategia publicitaria.
Cuando se consulta con un vidente bueno, de verdad, siempre va a ser plenamente satisfactorio por muchas razones, lo primero por poner un don divino de nacimiento al servicio nuestro, alguien que puede ver más allá del momento presente y que, en ese momento, ejerce para resolver nuestras dudas.
La confianza que nos dará así como sus aciertos y la sinceridad de sus palabras pues, salvo indicación contraria, nos dirá lo bueno y lo malo y es tarea posterior nuestra tratar de actuar en consecuencia para potenciar lo primero o evitarlo.
No es fácil comprender el mecanismo por el cual una persona tiene esta capacidad pero una vez que ha entrado en todo lo que es el terreno predictivo debemos aprovechar y optimizar todo el esfuerzo que hacen para mejorar nuestra vida presente y la venidera.